La característica más importante y absolutamente imprescindible para que alguien sea un buen coach se refiere a cómo percibe a las personas y el mundo en general. Para ser un buen coach necesitas una visión abierta del mundo y una aceptación total de la persona que tienes enfrente y su visión de la realidad.
La motivación es el único motor de las personas
Las personas sólo se movilizan si tienen un motivo para ello y no lo hacen si no tienen motivos.
Esta afirmación puede parecer evidente para unos lectores y errónea para otros, depende de cómo se interprete. Me voy a permitir matizarla porque sin esta máxima no se puede hacer un coaching que sea realmente transformador tal y como es el Coaching Realista.
Por ejemplo, una persona sentada en un sofá no se levanta si no tiene algo que hacer cuando esté de pie. Y si se levanta solo para no estar sentada, una vez erguida necesita encontrar algo que hacer para saber hacia dónde moverse. Es decir, tiene una motivación para no estar sentada, pero necesita conocer más motivos para luego seguir actuando. Si se levanta y no sabe para qué, se quedará de pie, frustrada porque no quiere estar sentada pero tampoco sabe para qué levantarse. Eso sucede mucho en el coaching, las personas traen el problema y el coach debe acompañarlos a nombrar una solución y un motivo.
La motivación negativa no moviliza, esa es una de las razones por las que cuesta tanto dejar de fumar, cambiar la dieta y, en general, dejar de hacer cosas. Porque si una persona no hace algo que cree que quiere hacer es porque tiene motivos para hacer lo contrario y si una persona hace algo que en apariencia no quiere es porque tiene motivos para hacerlo (aunque aún no haya tomado conciencia de ello).
Para que una persona haga algo necesita saber para qué lo quiere hacer y ese “para qué” debe ser realmente motivador y asociado al SER de la persona. Cuando una persona descubre las razones profundas y motivadoras de sus objetivos le resulta mucho más fácil ponerse en marcha y vencer los obstáculos.
Muchos procesos de coaching se resuelven cuando el coach indaga en para qué quiere el usuario lo que cree que quiere.
Manteniendo esta línea de pensamiento, el coach también está convencido de que:
Toda acción tiene una motivación
Esta convicción es muy útil para indagar cuando un usuario describe una conducta que no comprende, ya sea propia o de otro.
Cuando una persona hace algo de forma consciente es porque tiene un motivo, aunque no lo conozca. Precisamente, si el usuario dice de sí mismo, o de otro, que no entiende por qué hace algo, está abriendo una puerta a la indagación de un proceso mental no explorado. Para avanzar en esa indagación, es muy útil tener presente que toda acción tiene una motivación que, además, es positiva para la persona, porque nadie se equivoca a propósito.
Nadie se equivoca a propósito.
Siempre se elige la mejor opción en cada momento considerando la información, los recursos y el objetivo en ese momento.
Nadie decide hacer algo sabiendo que no es la mejor opción. A veces lo parece, pero toda decisión se toma porque, de alguna forma, era la mejor decisión posible en ese momento, para esa persona, con esos intereses, ese conocimiento y esos recursos.
La otra persona es diferente a todas.
… y yo no la conozco.
Es decir, sea lo que sea lo que me esté contando el usuario, tengo la convicción de que tiene mucha información sobre sí misma y su entorno que yo ignoro.
Creer que comprendo de forma plena su situación es un error.
Esta convicción es muy útil para acompañar en vez de dirigir. Mi ignorancia como coach me ayuda a utilizar una de las grandes herramientas del proceso: indagar en cómo ve ella la situación para que le suponga un problema.
No importa qué significa para mí lo que cuenta, lo relevante es qué significa para el otro. Por muy evidente que me parezca.
Toda persona está legitimada para sentir y pensar lo que siente y piensa.
Las opiniones y sentimientos de una persona están ahí porque los ha adquirido con su experiencia. Al decir que la persona está legitimada, quiero decir que está en el derecho de pensar y sentir de esa forma.
Esta convicción es muy útil para acompañar al otro a aceptarse a sí mismo y para reducir las opiniones y juicios del coach en el proceso.
Cada persona es la única experta en su propia vida.
Como hemos visto antes, cada persona es un mundo y está repleta de matices inapreciables desde fuera. Con su entorno sucede lo mismo. Como coach, nunca llegaré a conocer todos los detalles de su vida por lo que mis opiniones y mis consejos tienen pocas probabilidades de ser acertados.
Los hechos son neutros, es nuestra interpretación lo que les da el valor que tienen.
Una cosa son los hechos y otra muy diferente nuestra valoración sobre ellos.
Sea lo que sea lo que haya sucedido en la vida del usuario o en la historia de la humanidad, todo puede ser mirado desde distintos puntos de vista y es cada persona quien da valor a los acontecimientos.
El hecho es un acontecimiento que puede ser valorado pero no tiene valor de forma implícita e inseparable.
La historia está repleta de ejemplos grandes y pequeños que ilustran cómo el mismo acto tiene diferentes valoraciones dependiendo de la persona, la época, el lugar, etc.
La descripción de la realidad no es la realidad, sólo una versión (el mapa no es el territorio)
La palabra “bolígrafo” no es el bolígrafo en sí. Esta apreciación parece evidente, pero llevada al coaching tiene mucha utilidad.
Igual que un mapa no es el territorio que representa, sea lo que sea lo que describe el usuario es una descripción y no la realidad. No quiero decir que su descripción sea falsa, sólo que no es lo mismo. Igual que el mapa de una ciudad no es la propia ciudad, por muy detallado que esté.
Esta convicción ayuda a encontrar nuevas descripciones que resulten más útiles al usuario.
Lo que entendemos por realidad es una interpretación subjetiva
La realidad es la imagen que cada uno nos hacemos de los hechos que observamos. No me refiero a si una puerta está abierta o cerrada, sino a cómo interpretamos todo lo que sucede. Creemos que nuestra visión del mundo está basada en hechos, sin embargo, esa realidad, tal cual la describimos, está compuesta, en su gran mayoría, por opiniones.
Cuando una persona describe su realidad lo hace asumiendo ciertas premisas que no exterioriza, por lo tanto, aunque dos personas describan igual la realidad, no significa que estén de acuerdo. Igualmente, dos personas pueden interpretar de forma diferente una situación y ambos estar acertados total o parcialmente.
“No poder” suele ser consecuencia de “no saber cómo”.
Cuando el usuario dice “no puedo”, el coach interpreta que “aún no sabe cómo”, este cambio de enfoque resulta muy poderoso para evitar ciertos bloqueos.
Un error es también un aprendizaje.
Con esta convicción, el coach ayuda a indagar en los nuevos conocimientos adquiridos en lo que el usuario considere errores. Es una forma más de ayudar a focalizarse en soluciones y utilidad.
Una persona no es lo que hace.
Una persona no es sus errores ni sus éxitos. Lo que una persona desea hacer está más cerca de su ser que aquello que consigue hacer.
Como coach, diferencio entre la esencia de la persona y sus actos. Aunque sea cierto que los actos son consecuencia del ser, hay más elementos que los condicionan. Los actos no son lo único que determina quién es alguien.
Todas las facetas de una persona son legítimas y tienen una intención positiva y útil.
A todos nos sucede que a veces pensamos cosas que no queremos o que cambiamos de parecer de forma aparentemente incontrolada.
En algunos momentos, todas las personas defendemos diferentes puntos de vista ante nosotros mismos. Esta convicción resulta imprescindible para ayudar al usuario a averiguar qué intención positiva tiene cada faceta de sí mismo, aunque no le guste cómo la está intentando alcanzar.
El usuario tiene sus propios medios y recursos para gestionar las situaciones.
De nuevo, esta es una convicción muy útil para que el coach deje de intentar ayudar porque el usuario necesita esa ayuda externa. El coaching es una herramienta para acompañar al otro en su propio camino y para que el compañero no sienta la necesidad de guiar, es importante que tenga presente que el otro tiene sus propios recursos y que está en su camino.
Hola Carlos.
Es SUBLÍME todo lo que acabo de leer aquí.
Estoy muy contento de aprender tu método realista, y sobre todo, de ti.
Mucha gracias Ismael.
Hola Carlos:
LA verdad que estas máximas , parecen la base de todo.
Son verdades reveladas Jaja.
Pero tenerlas claras ayudan muchísimo y abren la cabeza para el coach.
Hace que uno se desvista de todo prejuicio y se siente frente al coachee desde una posición totalmente abierta y ávido de escucha.
Saludos
Gracias Carlos.
Ahora lo importante es interiorizarlas.
Un abrazo
Me parecen unas máximas desde el más profundo respeto del SER humano, todo lo cual nos permite generar un entorno limpio, de confianza y sin condicionamientos previos con el usuario.
Gracias.
Esa es la idea Angel Luis
Gracias por comentar
Muy acertado y muy comprensible. Gracias por compartir.
Muchas gracias