Detrás de toda elección hay un motivo emocional. Para que un usuario se movilice, necesita sentir esa fuerza interior. Dicho de otra forma, una persona libre desarrolla todo su potencial cuando hace las cosas porque quiere, no porque debe ni porque crea que es lo normal.
Muchas veces las personas actúan en contra de sus intereses, ya sea porque hacen lo que saben que no quieren (no quiero llegar tarde a trabajar pero me entretengo con tonterías, y soy consciente mientras lo hago) o porque no avanzan hacia lo que saben que les conviene (sé que me interesa repasar un informe y lo tengo a mano, pero no lo hago mientras soy consciente de que no me costaría un gran esfuerzo). A todos nos ha sucedido que hacemos algo sabiendo que nos vamos a arrepentir o nos cuesta hacer otras cosas que sabemos que son claramente convenientes.
Sea lo que sea lo que una persona quiere conseguir, debe estar relacionado con sus motivaciones auténticas para desarrollar su máxima capacidad de acción.
Como hemos visto antes, la mente sintetiza ciertas conclusiones y a veces las comunica usando emociones. Cuando algo nos parece interesante, nos gusta, nos desagrada o nos anima es la mente quien nos está hablando a través de esas emociones. Se puede decir que algo sabe ella que no nos explica, pero nos informa. Si algo te hace vibrar es porque consideras que es bueno para ti.
Cuando una persona está realmente alineada con sus emociones, sentirá la fuerza que necesita para encontrar recursos, desarrollar habilidades y actuar. Por el contrario, si una persona tiene emociones negativas hacia una actividad o idea, le costará ponerse en marcha, pensar, concentrarse, etc.
Esto nos sucede al comprar un coche, elegir un trabajo o decidir tener hijos. También cuando haces la compra, a veces debes vencer la tentación ante ciertos alimentos y otras veces debes luchar contra la falta de entusiasmo al comprar otros.
Las emociones son combustible o freno para las personas. Para que una persona dé todo de sí, necesita encontrar la emoción que lo empuje.
Es importante distinguir la auténtica motivación de la motivación temporal. La auténtica motivación es la que surge del conocimiento de los motivos y la motivación temporal es la que se consigue recibiendo ánimos o escuchando música animada. La fuerza de la motivación temporal puede resultar atractiva y útil, pero sólo la motivación interior marca un rumbo y da energía para un camino largo.
Tu trabajo como coach requiere que el usuario sienta que quiere lo que quiere y, como acompañante, tu misión es ayudarle a descubrir lo que realmente quiere. Un coach no directivo jamás animará gratuitamente a un usuario a ir a por lo que dice querer, porque eso genera motivación temporal. El coach ayuda al usuario a descubrir su motivación interior.
Recuerdo un taller en el que una de las asistentes estaba respondiendo un cuestionario que, en principio, iba a ser sólo de tanteo. Comenzó a reírse y yo le pregunté qué había sucedido. Según comentó, respondiendo a las preguntas, se dio cuenta de que el problema no existía. Ella quería encontrar pareja y sentía que tenía un problema porque no lo conseguía. Su motivación era encontrar pareja y había intentado cambiar su forma de ser pero no lo lograba. Gracias a las preguntas del cuestionario se dio cuenta de que ella no quería cambiar. Ser ella misma era más importante que tener pareja. Si esta persona hubiera recibido la motivación temporal, como los ánimos de sus amigas, tal vez habría seguido intentando lo mismo: cambiar su ser para encontrar pareja. Pero eso no era lo que realmente quería.
Esta chica quería una pareja y lo intentaba, pero había una emoción más fuerte que la estaba frenando. Las preguntas del cuestionario iban dirigidas a encontrar motivos y convicciones, gracias a eso se dio cuenta de que había una motivación más importante y cuando la descubrió, despertó una fuerza más duradera.
Profundizando en este ejemplo encontramos la presencia de las síntesis mentales y cómo suponían un conflicto interior. El hecho de tomar conciencia de ellas le permitió decidir a cuál dar prioridad.
Algunas convicciones que tenía eran:
- Tener novio es bueno para mí.
- Debería tener pareja.
- Mi personalidad es un problema para tener pareja.
- Para tener pareja debo cambiar.
Había dos motivaciones en conflicto:
- Quiero pareja.
- Quiero ser yo misma.
La primera motivación tenía más presencia consciente, pero la segunda tenía más resistencia. Estaban en lucha interior.
En este ejemplo se puede ver el bloqueo y las paredes del laberinto. Si todo lo anterior fuera cierto, estaría en una situación imposible de resolver. En un proceso de coaching, la persona se cuestionaría estas seis afirmaciones. Un cambio en cualquiera de ellas habría supuesto una nueva realidad en la que podría tener nuevas opciones. Tras la revisión de sus síntesis y sus motivos, cualquiera de estos replanteamientos habría supuesto un cambio potencialmente desbloqueante:
- Tener novio no tiene por qué mejorar mi vida.
- Tener pareja sólo tiene sentido si realmente quiero.
- Mi personalidad es una ventaja para encontrar la pareja adecuada.
- Mi personalidad me ayudará a encontrar la pareja adecuada.
- Quiero aprovechar mi soledad.
- Quiero cambiar mi forma de ser.
Es muy importante aclarar que el trabajo del coach no es hacer este análisis. Toda esta información aparece cuando ha terminado el proceso y la comparto aquí sólo para que tomes conciencia de los posibles conflictos, emociones y convicciones que podrían estar participando. En un acompañamiento profesional de Coaching Realista, jamás debes tratar de analizar a la persona en busca de un diagnóstico como este. Tu objetivo es curiosear para que la información aparezca frente al usuario. En un proceso no directivo como es el Coaching Realista, el coach asume que sólo la persona sabe qué síntesis y motivaciones le son útiles conservar y cuales cambiar, si su motivación es la adecuada, si tiene más motivaciones, etc.
La misión del coach es ayudar a descubrir y eso se consigue desde la ignorancia y la curiosidad. Si crees saber qué le sucede al usuario, estarás hablando desde tus convicciones y no le ayudarás a descubrir, sino que lo intentarás guiar a lo que tú crees que sabes.
hola. viendo los video de las practicas vi que puede pasar que el coaching se pierda o se meta en el laberito del cliente. cuando esto pasa que se hace?se intente volver al punto inicial. afecta al cliente notar q el choachin se perdio y q quiera retomar el inicio de la sesion. que se hace en estos caso.?
Hola Flavia, en esos casos, sólo es necesario que el coach vuelva a indagar donde cree que debe estar. También puede provocar un cambio en el ritmo de la sesión preguntándole al cliente dónde están respecto a la situación inicial.
Por cierto, me sería de gran ayuda que me pudieras pasar el cuestionario que le hiciste sobre motivos y convicciones.
Gracias Carlos
Hola María.
Creo que fue el primer o segundo taller que hice sobre coaching, en torno a 2012. Recuerdo aquel taller vagamente, aunque sí recuerdo la sala y dónde estaba sentada esta persona, pero no recuerdo el cuestionario exacto.
El cuestionario se componía de dos grupos de preguntas, unas en torno a la descripción del problema y otras en torno a la solución deseada.
Las primeras sean del estilo «¿cuál es el problema?», «¿quién tiene la culpa?» y las segundas eran del estilo «¿Qué quieres conseguir?», «Qué quieres que suceda?» y creo que la última era «¿qué quieres realmente?»
Mi objetivo no era que ellos resolvieran nada, sino que observaran la diferencia entre el tipo de preguntas. Pero sucedió que la persona resolvió. En aquel momento me sentí desconcertado, pero ahora es algo que tengo asumido y así lo defino en la metodología: el cambio sucede ante la sorpresa del coach.
Un saludo
Gracias por recordar que limpiar is la mente es una de las tareas mas importantes!!!
Hola
Me llama mucho la atención, porque viendo sesiones, me salta a la vista lo que creo que es el meollo de la cuestión, y me doy cuenta que es un trabajo guardarse eso y acompañar sin dirigir.
Y luego, cuando el usuario llega a esa conclusión, me da una alegría, y pienso guau, si hubiera hablado yo, le hubiera acertado al diagnóstico,pero no lo hubiera acompañado para que lo descubra solo.
Es realmente revelador, y me entusiasma ir aprendiendo a acompañar en esa experiencia a los demás
Gracias Sue
Además sucederá que a veces lo que descubre el usuario es más potente que lo que tú habías visto, entonces valorarás aún más la utilidad de la no directividad.
Un abrazo