Coaching qué es

Que es coaching

¿Qué es el coaching?

El coaching es una metodología de conversación que sirve para que el cliente (también llamado coachee), descubra información útil y novedosa sobre su realidad y sus recursos sin que el coach le transfiera conocimientos. Esta información le servirá para desarrollar sus habilidades y ser su mejor versión.

Vamos a ver qué significa todo esto.

Es una metodología, por lo tanto, el coach tiene en su cabeza las etapas por las que debe transcurrir esa conversación. El coach sabe qué información debe buscar y cuándo. Como es un método no directivo, el coach no sabe qué información aparecerá, pero sabe que tipo de información está buscando. Por ejemplo, el coach sabe que necesita un ejemplo observable de las limitaciones que señala el cliente, pero no sabe qué limitaciones son esas ni cuáles son los posibles ejemplos. Incluso acepta que esas limitaciones no existan. De hecho, uno de los beneficios frecuentes de estas conversaciones es que el cliente descubre que ciertas limitaciones no existen. Se dice que el coach acompaña al cliente porque el coach tampoco sabe si esta información existe y acompaña al cliente a descubrirlo. Es decir, lo descubren juntos.

En una conversación de coaching, el coach hace un gran esfuerzo de análisis sobre la estructura de la información que está aportando el cliente. Sabe dónde está en la conversación y como debe avanzar. Una sesión de coaching no es una conversación fluida para el coach, es una conversación compleja y que requiere mucho esfuerzo.

Es una metodología de conversación, eso quiere decir que el coaching se ejecuta en conversaciones y el contenido relevante está en esas conversaciones. El coach utiliza preguntas para acompañar a descubrir información y escucha la información en las palabras del cliente.

Se utiliza para que el cliente descubra información útil, porque el coach utiliza su capacidad de indagación por medio de preguntas y el cliente se esfuerza en responderlas. Las preguntas del coach suelen ser diferentes a las que se hace el cliente y por eso aparece información nueva. El coaching tiene sentido porque busca un tipo de información que las personas no suelen buscar en su vida cotidiana. Cuando aparece información nueva, el cliente decide qué quiere hacer con ella.

La nueva información que aparece suele permitir que el cliente adopte un nuevo punto de vista y, con ese nuevo punto de vista, la realidad del cliente cambia. Realmente cambia el observador que el cliente está siendo, porque la realidad es la que es, pero la persona que observa la percibe de forma diferente. El coaching permite el cambio del cliente que y eso se consigue cambiando la forma en que se observan los hechos para así tener una nueva interpretación del entorno y de sí mismo. Cuando el observador cambia, toda la realidad cambia.

La relación entre realidad y observador no es algo exclusivo del coaching, de hecho es un concepto muy antiguo. Seguramente te suenen los versos:

"Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira."

En cierta forma, el coaching persigue que el cliente encuentre "un cristal" a través del cual mirar y que le sea más útil que el que está utilizando hasta el momento. El coach no elige el cristal que debe usar el cliente, sino que lo acompaña a explorar las posibilidades, sin guiarlo, hasta que el cliente encuentra una que le resulta útil. Aunque esta es una explicación muy metafórica, la metodología de coaching ofrece procesos, herramientas y un orden en la conversación concretos que facilitan esta exploración.

La nueva información se refiere al propio cliente y su realidad, desde el punto de vista del cliente. El coach no interpreta la información, sino que ayuda a que el cliente la interprete de forma que tenga sentido para el cliente. El punto de vista del coach no es relevante.

Cuando una persona no está siendo su mejor versión, es decir, cuando una persona puede tener un mejor desempeño (en cualquier faceta de su vida) el coaching lo ayuda a revisar qué está sucediendo, que interpretación está haciendo de su entorno y reobservar la situación y su influencia en esa situación de forma que, si es posible, encontrará nuevos puntos de vista de sí mismo y de la situación. Cuando esos nuevos puntos de vista ofrecen información nueva que permiten al cliente mejorar su desempeño, podemos decir que le coaching está funcionando.

El coaching se puede emplear para cualquier faceta de la vida de una persona. Desde mejorar la relación familiar hasta cambiar hábitos o facilitar el desarrollo profesional. Si una persona sabe que puede hacer algo, quiere hacerlo y no está haciéndolo con todos sus recursos, el coaching es una gran herramienta para que la persona encuentre sus propios recursos para ser quien quiere llegar a ser.

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