La diferencia entre coaching directivo y no directivo, muchas veces no se termina de comprender. Hay muchos coaches que están haciendo coaching no directivo sin saber que están siendo muy directivos.
Personalmente, no creo que haya una línea estricta a partir de la cual se pueda considerar un coaching como directivo o no directivo. La única forma de tener cero directividad es no estando en la sesión. El coach debe dirigir la estructura de la conversación y no dirigir ni aportar información en el contenido de la misma.
Para saber si estás haciendo un coaching de esencia no directivo, te propongo que observes o recuerdes tus sesiones y te preguntes: cuando indagas buscando un punto de vista diferente ¿lo haces preguntando sólo en torno a conceptos que crees que el cliente debe cambiar? ¿Preguntas sólo sobre temas que crees que el cliente debe revisar? ¿Diriges tus preguntas hacia las creencias que consideras que son interpretaciones del cliente?
Si tu respuesta a las preguntas anteriores es afirmativa, entonces es posible que estés haciendo un coaching demasiado directivo.
Por el contrario si, cuando indagas o buscas un cambio en el paradigma del cliente, también haces preguntas sobre elementos del punto de vista del cliente con los que estás de acuerdo o revisas afirmaciones que crees que son correctas, entonces es posible que estés haciendo un coaching no directivo.
En el coaching realista, acompañamos al cliente a reobservar su punto te vista, cuando éste no le está sirviendo para movilizarse. No importa nuestra opinión, sino la utilidad que está teniendo para el cliente.
Así, si un cliente tiene un punto de vista completo sobre el tabaco, quiere dejar de fumar y no lo está consiguiente, tiene sentido preguntar a un cliente qué tiene de malo fumar y debatir sobre las bondades del tabaco. No hacemos esto porque creamos que fumar es bueno, sino porque queremos que el cliente explore nuevos matices en su explicación de la realidad.
Y tu coaching ¿es directivo o no directivo?