Estas son las etapas que tiene (o puede tener) una sesión de coaching:
- Acuerdo
- Vaciado y preparación
- Objetivo y motivación
- Narración inicial
- Indagación para el cambio
- Nuevo enfoque
- Acción y compromiso
Acuerdo
No es exactamente una etapa de una sesión, sino que forma parte de los primeros pasos con un usuario. El coach debe ser capaz de explicar brevemente qué es coaching y cuáles son las características que van a regir la relación entre coach y usuario.
Esto es tan importante, que algunas asociaciones de coaching lo incluyen como un elemento imprescindible para poder certificar a un coach.
Ten en cuenta que el coaching es una profesión nueva que, además, está siendo objeto de versionados diversos. Es decir, hay muchos profesionales haciendo muchas cosas diferentes y llamándolas coaching.
Una vez, un usuario entró en mi despacho y al ver sólo dos sillas se quedó sorprendido. Según parece, el coach con quien trabajó tiempo atrás, desarrollaba las sesiones en una sala grande con diferentes elementos como pelotas de goma. También hay quien no concibe el coaching sin ponerse de pie o sin el contacto físico.
Por lo tanto, antes de comenzar un proceso de coaching, es importante que el usuario y el coach estén de acuerdo en qué es lo que va a suceder en las sesiones y cuáles son los compromisos de cada uno.
Vaciado y preparación
Imagina que un usuario llega a la sesión un día de lluvia, ha tenido que ir corriendo desde la parada del autobús, en su carrera ha tropezado y casi pisa un charco. En su intento por evitarlo, se ha golpeado con una señora mayor que, muy amable, no le ha dado importancia. En este contexto, es muy posible que el usuario aún esté pensando en su pequeña aventura al comenzar la sesión y no esté en disposición de hablar sobre sus objetivos e intereses. Por este motivo, antes de comenzar cada sesión, debe haber un proceso de vaciado y bienvenida.
El proceso de vaciado sólo requiere dedicar unos minutos a que el usuario comparta aquello que tiene en la cabeza con tanta presencia que podría estorbarle. Esto se puede hacer de forma explícita, explicándole lo que significa el vaciado y pidiéndole que comparta esos pensamientos que puedan estorbar para dejarlos ir.
Antes de comenzar con la sesión, también es importante tratar de asegurar la comodidad del cliente. Cada coach tendrá sus costumbres y conocerá los hábitos sociales que puede aplicar con este fin, en cualquier caso, se trata de facilitar que la persona esté cómoda para centrarse en sí misma y su proceso mental y no tanto en si tiene frío o si le da la luz del sol en la cara.
Objetivo y motivación
Sin un destino claro, las personas son como un conductor que arranca el coche pero no sabe a dónde quiere ir. Cuando una persona se encuentra en una situación que quiere cambiar, puede intentar salir, pero si no sabe hacia dónde quiere ir, también puede que ande en círculos, se quede donde está o termine en un sitio peor.
Sin unos motivos movilizadores, la persona puede que no tenga energía para moverse. Es más, sin un motivo movilizador, es posible que se quede estancada. He coincidido con muchas personas que quieren provocar un cambio en su vida y no lo hacen porque no han identificado un motivo real, profundo y personal que las movilicen.
El destino y el motivo son imprescindibles para ponerse en marcha y perseverar.
Imagina a una persona tumbada en un sofá pensando que debería estar haciendo algo útil. Esa persona puede que se levante, pero si no sabe para qué se ha levantado, volverá a sentarse. Es trabajo del coach ayudar al usuario a saber para qué quiere salir del laberinto y a dónde quiere ir, de lo contrario, aunque elimine todas las paredes, seguirá sin tener un rumbo claro. Encontrar, descubrir o dar forma tanto al destino como a la motivación serán parte importante del proceso de coaching.
Cuando una persona decide comenzar un proceso de coaching, no siempre sabe lo que puede esperar, a veces ni siquiera tiene claro qué quiere conseguir, tal vez sólo sabe que quiere salir de una situación. El primer beneficio de un proceso de coaching es que el usuario transforme su inquietud en un objetivo realmente abordable.
Al comienzo del proceso y al comienzo de cada sesión, el coach ayudará al usuario a que sus intereses se conviertan en objetivos abordables.
Narración inicial
El Coaching Realista trabaja sobre el discurso del usuario. El coach escucha cómo el usuario narra la situación y le ayuda a enriquecer esa narración con información que el usuario ya tiene pero no está observando. Cuando el coach y el usuario han aclarado cuál es el objetivo del proceso y la sesión, el coach curioseará en la versión del usuario para identificar síntesis mentales, inferencias, subjetividades, etc.
En esta fase, el usuario explicará su interpretación y el coach le preguntará usando diferentes técnicas para ayudarle a enriquecer lo que podríamos llamar su mapa (más adelante ampliaré este concepto), punto de vista, discurso, narración, etc.
La intención de esta fase es conseguir que el usuario haga explícita toda la estructura de su discurso, incluyendo los cinco elementos:
- Yo Actual
- Yo afectado
- Motivación
- Cambio interior
- Yo influyente
- Situación deseada
El trabajo del coach será indagar. A los estudiantes de Coaching Realista les suele sorprender que les diga que en las sesiones no tengo un rumbo intencionado. Cuando el coach hace preguntas de indagación, no lo hace porque quiera llegar a un lugar concreto, es más como un paseo por el bosque. El coach va paseando entre los árboles preguntando al usuario qué está viendo. Es cierto que, dependiendo del objetivo que hayan acordado, decidirá preguntar unas cosas u otras, pero no lo hará porque sepa a dónde lleva la respuesta, sino porque entre las decenas de opciones en las que curiosear, elegirá las que puedan tener más utilidad para el usuario y eso viene determinado por su objetivo.
Mientras pasea, el coach indaga, curiosea y está muy atento a las respuestas para identificar cuándo una respuesta es una puerta a algo nuevo y útil.
Por ejemplo, si un usuario quiere mejorar una relación personal y comenta que suele tratar a su compañero de forma egoísta cuando están eligiendo una película, el coach tomará conciencia de su propia ignorancia y podrá tener mucha curiosidad sobre la película o sobre cómo esa persona es egoísta. Pudiendo preguntar sobre qué tipo de películas le gustan, seguramente elija preguntar por la manera en que es egoísta en ese momento, ya que es más probable que esto segundo tenga más relación con el objetivo del usuario. No pregunta sobre la relación porque sepa qué respuesta va a obtener, sólo elige esa pregunta porque el tema parece estar más relacionado con el objetivo que la película en concreto.
Cuando el coach indaga no conoce las respuestas ni a dónde le llevará esa indagación, pero sí está atento a lo que surja. Durante esa indagación aparecerán síntesis mentales, cambios de objetivo, conflictos internos, contradicciones, etc. El coach las escucha y decide cuál trabajar.
Hasta que eso suceda, seguirá indagando sin rumbo específico, como quien pasea por el bosque entre los árboles atento a lo que pueda encontrar.
El beneficio para el usuario de esta fase y la indagación en general es que el usuario tome nueva conciencia de lo que le rodea y de sí mismo. Cuando la persona descubre matices de los que no se había percatado se puede producir un cambio de observador. Cuando una persona consigue mirar con otros ojos la realidad, es como si la realidad cambiara.
Cada persona tiene su propia visión del mundo. Cada uno tenemos una versión de lo que es normal, correcto, inadecuado, posible, mejor, peor, etc. Sin embargo, cuando el usuario describe su situación no es consciente de la mayoría de subjetividades y síntesis mentales que utiliza.
Es trabajo del coach curiosear en la mirada del usuario y averiguar qué opinión tiene de lo que sucede, qué interpretación hace de los hechos, qué convicciones aplica, qué hace que esa situación sea un problema para él, etc.
En esta fase, el coach curioseará en el punto de vista del usuario y le ayudará a mirar donde aún no ha mirado para generar nueva conciencia. Durante la conversación, el usuario enriquecerá su interpretación de la realidad desde su propia observación provocando cambios en:
- La percepción de sí mismo, sus valores y motivaciones.
- Su percepción como influyente en la situación.
- Su percepción como responsable de su actuación frente a lo que sucede.
- Fundamentación de convicciones, opiniones y motivaciones en general.
- Comprensión del contexto.
El coach acompañará en este proceso siendo consciente de su propia mirada y tratando de evitar que esta contamine o limite el proceso de indagación. Cuando el coach está de acuerdo con una opinión del usuario es fácil que no la aprecie como tal, sino como un hecho. El coach debe indagar aun estando de acuerdo con la interpretación del usuario, porque no indaga para sí sino para él. En una sesión de coaching, la opinión del coach no importa, sólo importa cómo está narrando la situación el usuario y cómo el coach puede ayudarle a cambiar el observador que está siendo.
Más adelante veremos para qué indaga el coach y qué información quiere conseguir en esta fase.
Indagación para el cambio
La intención de esta fase es provocar un cambio de observador para que todo cambie. El coach ya no escucha para dibujar el mapa del usuario que comenté antes, sino que pregunta queriendo provocar un cambio. Se trata de un cambio no dirigido porque el coach sólo decide dónde buscar, pero no sabe qué se va a encontrar.
En este momento de transición, el usuario se replanteará lo que cree saber, se cuestionará sus convicciones y dudará de sus aprendizajes. El coach alienta esto para que el usuario observe la misma situación siendo diferentes observadores.
Hasta que produce un clic. Como un engranaje bloqueado, una adecuada intervención elimina un obstáculo y la maquinaria se pone en marcha:
- Un alumno percibirá diferente el aula cuando se ponga en el papel el profesor.
- Un amigo que se considera traicionado cambiará su percepción al conocer los motivos de quien supuestamente lo traicionó.
- Una situación en el trabajo, siendo una única situación, puede ser molesta para unos y para otros no.
- La relación de pareja cambia cuando la persona descubre qué es lo que realmente está necesitando y no sabía identificar.
- No poder hacer algo deja de ser imposible cuando la persona toma conciencia de que ya lo consiguió en el pasado.
Nuevo enfoque
Una vez que la realidad tiene una nueva interpretación y el usuario adopta uno o varios nuevos puntos de vista, es momento para explorar y encontrar nuevas posibilidades en el más amplio sentido de la palabra ya que, reinterpretado la realidad, todo lo visto hasta ese momento será susceptible de cambio.
Para que el coaching sea realmente transformador, el usuario debe transformarse en otro observador y obtener un nuevo enfoque de la situación. Si al finalizar la sesión sigue viendo todas las facetas del problema de la misma forma, es posible que nada haya cambiado.
La mayoría de las veces, ese cambio se produce a través de la indagación del coach y no porque éste lo provoque conscientemente. Es cierto que en algunas situaciones se puede recurrir a técnicas específicas para objetivos concretos, en ese caso el coach participa del cambio más activamente aunque siempre sin conocer el resultado final.
Algunos de estos objetivos con técnicas específicas pueden ser:
- Mejorar una relación con otra persona.
- Gestionar una disputa interior.
- Tomar una decisión.
- Gestionar o comprender un enfado.
Cuando el usuario quiere alcanzar alguno de estos objetivos, el coach puede recurrir a esas técnicas que siguen un guion.
Sin embargo, en la mayoría de las situaciones, el coach indaga con curiosidad aplicando las premisas y convicciones del coach, como resultado se suele producir un cambio de observador en el usuario que supone un desbloqueo. En ese momento el coach acompaña al usuario a observar ese cambio, descubrir nuevas opciones y concretar nuevas acciones y compromisos.
Acción y compromiso
Finalmente, el usuario determinará qué quiere hacer y el coach lo acompañará para confirmar su elección, validarla con su motivación, revisar su idoneidad para el objetivo y, finalmente, asegurar el compromiso de acción.
Flexibilidad
Puede parecer que cada sesión debe comenzar por el primer paso e ir avanzando hasta llegar al final, pero no es así. Las fases son una pauta a tener en mente, pero no se debe interpretar como una metodología estricta. Cada persona, cada sesión y cada proceso son diferentes. Si bien se deben tener presentes estas etapas, hay que permitir un poco de flexibilidad considerando:
- Conviene siempre comenzar por el objetivo porque da sentido a todo lo demás.
- Para completar una etapa a veces hay que saltar a otra y luego regresar.
- Un descubrimiento en cualquier etapa puede afectar a las conclusiones anteriores y, por lo tanto, requerir volver a cuestionarlas.
- Por lo general, el paso entre etapas es progresivo, no existe una clara línea divisoria sino que va cambiando el foco de la indagación. La fase de objetivo y la de acción son las que más se diferencian.
- A veces es adecuado seguir el orden propuesto paso a paso, otras veces es mejor avanzar en varias en paralelo y también se pueden recorrer todas de forma breve varias veces en lo que llamamos iteraciones (repeticiones del mismo proceso para ir refinando un resultado).
He participado en procesos en los que el usuario sólo ha necesitado una sesión para desbloquearse. Esto se debió a que su principal barrera estaba en la identificación del objetivo o de sus motivos. Una vez aclarado lo que realmente quería y para qué lo quería, el resto vino solo.
Otras veces sucede que el objetivo cambia cuando se cuestionan los motivos o cuando se analiza la situación. Algunos descubrimientos provocan un cambio tal en el individuo que hace que éste se replantee todo.
Sin embargo, el orden importa y tiene un motivo. El error más común que he visto entre principiantes es que el coach indague sobre la acción sin haber completado las fases previas. De hecho, ese suele ser el modelo mental del usuario ya que, cuando sabe lo que quiere, suele buscar qué hacer para conseguirlo y, si ha solicitado coaching es porque esto no le ha funcionado. El coaching introduce los pasos intermedios para facilitar el desbloqueo. Partimos de que el usuario vive una situación de bloqueo y el coaching sirve para ayudarle a cambiar el observador que está siendo, mientras este cambio no se produzca, seguirá dentro del mismo problema. Por lo tanto, antes de preguntar sobre “qué hacer”, el coach debe indagar hasta que se produzca un cambio en cómo el usuario está observando la situación.
En una sesión real, no se suele avanzar por las fases de una en una sino que se van cubriendo etapas en las que las fases se solapan. A mí me gusta enfocarlo de esta forma:
El proceso comienza con una fase de bienvenida que ya hemos visto y luego se pregunta por el objetivo. En primera instancia, no es necesario que el objetivo sea perfecto, sólo necesitamos que sea potencialmente válido. El coach indagará en cómo está viendo el usuario la situación e irá completando toda la información necesaria (que se explica más adelante) al mismo tiempo que trata de que aparezca un objetivo formulado más adecuadamente.
Cuando el objetivo ya esté bien definido, el coach se centrará en completar la narración inicial hasta que toda la información necesaria haya aflorado.
El siguiente paso será buscar el cambio y dar forma al nuevo enfoque, hasta que este aparezca y, cuando ya sea evidente, confirmará su relación con el objetivo y las nuevas acciones en la nueva realidad.
Por último, es importante señalar que la aplicación de estos pasos puede realizarse en el proceso, en la sesión, de forma lineal y/o iterativa.
Veamos algunos ejemplos:
Ejemplo 1
Este es un ejemplo de una sesión en la que se siguen las etapas de forma lineal, una tras otra, hasta llegar al resultado.
Objetivo: El usuario quiere ser capaz de decir lo que piensa sin ponerse nervioso. Trabajamos el objetivo para definir un momento concreto y específico en que lo quiere conseguir.
Narración inicial: El coach, recurre a preguntarle por el punto de vista de quienes lo rodean (su jefe, sus compañeros, los asistentes al evento, etc). De esta forma enriquece la realidad y toma conciencia de matices que no había considerado antes.
Indagación para el cambio: Aplicamos la convicción del coach de que la emoción viene precedida por el pensamiento, así que también toma conciencia de sus pensamientos previos.
Nuevo enfoque: El usuario identifica los pensamientos que preceden a las emociones que lo limitan o le son útiles. De esa manera toma conciencia de su responsabilidad y descubre que puede influir en sí mismo.
Acción: Elige los pensamientos que mejor le funcionarían y los valida como realistas y abordables. Planifica qué va a hacer para asegurarse que provocará esos pensamientos en el momento concreto que había elegido en la fase de objetivo
Ejemplo 2
Este otro ejemplo ilustra cómo se puede hacer una revisión rápida de todas las etapas y regresar a la primera con más información. En este ejemplo, el usuario plantea el objetivo de cambiar de trabajo. Hacemos una primera iteración de unos 20 minutos pasando por todas las etapas:
Objetivo: Aunque el objetivo “encontrar otro trabajo” no depende de él, decidimos trabajar desde ese punto e identificamos la motivación.
Narración inicial: Analizamos la situación, los pros y los contras. Dejamos que afloren las primeras motivaciones.
Indagación para el cambio: El coach no se limita a las opciones que presenta el usuario y lo acompaña a explorar nuevas posibilidades (ver “Tetralema” más adelante)
Nuevo enfoque: El usuario descubre que hay más opciones de las que pensaba y que cambiar de trabajo no implica cambiar de empresa.
El usuario replantea su objetivo y volvemos a comenzar el ciclo.
Me gusta mucho el enfoque de ser observador imparcial, ingenuo, que desconoce la situacion y solo pretende entender (lo digo no solo por Este texto) y en ese Camino que el cliente se concientice mas, mejor y claro de la situacion, motivation y proposito.
Ese papel de acompañar me gusta mas que el de dirigir.
Excelente información! Actualmente me encuentro en otra formación de coaching que terminaré en marzo, pero en cuanto termine, me inscribiré en coaching realista pues me parece que lo que enseñas es mucho más pertinente y efectivo.
Hasta pronto y un saludo!
Hola Angie, muchas gracias por tus palabras. Nos vemos entonces en marzo 🙂
Carlos: Ya soy coach certificada de otra escuela , pero realmente es muy apasionante la manera que nos llevas a descubrir las etapas de la sesión, desde esta metodología que planteas a través de coaching realista.
gracias por compartir todo lo que sabes!!
espero también pronto estar en la escuela!
Muchas gracias Iliana.
Hola Carlos muy apasionante trabajar así, realmente el legitimar al usuario, el acompañarlo a que explore sus respuestas con la ayuda de un coach, como usuario debe ser tan gratificante, es maravilloso, realmente.
Como ya lo he dicho ni bien certifique quiero hacer el curso de coaching realista en tu escuela, me alegró y entusiasmó ver tu manera de trabajar, me puso feliz cuando encontré tus videos en youtube me dije Esto es lo que quiero!!!
Prefiero no hacerlo ahora ya que en estos momentos estamos con trabajos sociales, coloquios, asistiendo a los aprendientes del nivel 1, practicando conversaciones entre compañeros y te cuento que realmente, siento que no voy a disfrutarlo así´.
Me encanta recibir tus mails y estos días vi el video en youtube el nivel 3. Me encantó. Igual constantemente, vuelvo a recorrelos.
Un abrazo enorme desde Argentina.
Muchas gracias Silvia, espero que nos veamos pronto en clase.
Muchas gracias carlos me encanta recibir toda esta información y útil para mejorar.
Buenas, Carlos. Muchas gracias por tu página, creo que nos ayuda bastante a ver caminos más efectivos en un proceso de Coaching. Nunca me gustó del todo el modelo GROW, y de hecho, creo que siempre me lo he saltado (sobre todo el orden), guiándome más por intuición de la conversación. Me gustaría entender un poco mejor la metodología, que no termino de ver si, por ejemplo, en la parte de la estructura del discurso, de alguna manera también se está definiendo más cuál es el objetivo. Es decir, primero está la fase «Objetivo y motivación», pero según he entendido, en la siguiente fase (aunque ya sé que se van intercalando las fases, pero por entender en cada una qué se hace), dentro de la propia estructura del discurso, hay que conseguir saber cuál es la motivación del usuario para querer cambiar, qué va a conseguir. Es decir, no tengo muy claro la primera y segunda fase. Sin objetivo, no se debería seguir, no? Cómo se sabe que tenemos objetivo. Entiendo que no es imprescindible que sea SMARTER pero puede que al menos te bases en «s» y en «R»? No sé si me explico. Por otro lado, tras tener la estructura del discurso completada, se busca ya el cambio en el observador. Perdona, que igual no me he explicado bien, pero ahora que he vuelto a leer esta parte de la documentación me ha entrado dudas. Muchas gracias de antemano
Silvia creo que lo que planteas es muy importante y requiere una buena aclaración
¿Tienes oportunidad de conectarte el lunes 26 de febrero a las 21.00?
Si es así, podríamos hablar de eso en la conferencia, te dejo el enlace aquí:
https://coachingrealista.com/formacion/proximas-clases/pregunta-lo-que-quieras-1802/
¿Podrías conectarte?
Hola Carlos. Sí, en principio tenía la intención de conectarme, todo depende de si llego a tiempo a casa. Gracias